El profesor Juan Triana analiza los retos que te tiene el desarrollo territorial y la necesidad que tienen los territorios, lo mismo que otras tantas esferas de país, de comunicar sus proyectos y sus mejores productos y servicios. Hay que anunciarse, dice Triana y tiene razón. En el programa En Buen Cubano esto fue lo que comentó al respecto de las reservas y obstáculos que enfrenta el desarrollo local en Cuba.
¿En qué medida el desarrollo local avanza en el país? ¿Cuáles reservas existen y cuáles son los obstáculos que todavía es preciso sortear?
Quisiera primero aclarar mi posición al respecto. El desarrollo local es un término que tiene entidad propia, que surgió como respuesta a las políticas neoliberales, reduccionistas del neoliberalismo, fue uno de los recursos de la lucha contra esas políticas hace ya varias décadas.
Desde mi perspectiva el desarrollo local no debe confundirse con el desarrollo de los territorios, ni los proyectos de desarrollo local con el proyecto o estrategia de las territorios. Prefiero hablar de territorios, pues en Cuba a veces se entiende lo local como sinónimo de lo municipal y al menos yo discrepo de esa identificación.
De todas formas, sin lugar a dudas, el desarrollo local debe ser parte de la estrategia de desarrollo de los territorios, ya sean estos, provincias, municipios, o combinaciones de ellos que incluyan más de un municipio o una provincia.
Pienso que en los últimos años el desarrollo territorial ha alcanzado una relevancia que antes no tuvo y estoy convencido que después de que se apruebe la nueva constitución esa relevancia será mucho mayor.
Desde mi perspectiva lo primero es tener a estrategia de desarrollo del territorio, que no debe ser la suma de las estrategias de las demarcaciones territoriales más pequeñas o de todos los proyectos de “desarrollo local” que existen en el territorio. Yo no tengo toda la información para afirmar que todos los territorios del país, sean provincias o municipios tienen su estrategia validada y no me atrevo tampoco a calificar ninguna de ellas, pero creo que hay muchos territorios que la tienen o trabajan en ella. Hay mejores condiciones hoy que hace una década atrás para hacer este trabajo y construir esa estrategia pues tenemos un grupo de documentos a nivel nacional que dan un marco adecuado para hacerlo. Eso es una gran ventaja. Hay experiencias como la del PADIT que deben ser estudiadas y extendidas a otros territorios.
Lo otro es que en estos años ha existido un proceso de aprendizaje desde los territorios y además tenemos hoy la posibilidad de que esos territorios utilicen una parte de la recaudación impositiva en algunas actividades para el desarrollo del propio territorio, es el famoso 1% para el desarrollo local. Hay territorios que lo usan mejor y hay otros que deben mejorar su utilización. Es decisivo que esos recursos sean utilizados en crear las condiciones necesarias (incluyendo infraestructura básica) para y en proyectos que tengan un impacto decisivo en el desarrollo de esos territorios. Es importante que sus autoridades entiendan que uno de los aspectos claves en el desarrollo de los territorios es promoverlos como un destino de “negocios” o lo que es lo mismo impulsar su competitividad y las de sus empresas, todas ellas, independiente de la forma de propiedad o gestión que asuman y del nivel de subordinación de las mismas.
Sin embargo, creo que lo decisivo es que los territorios tengan una estrategia que permita identificar oportunidades no solo a nivel del territorio, sino las que emanan de la estrategia de desarrollo nacional y de sus programas; tener identificados cuales son las variables decisivas que aquellas generan para el desarrollo del territorio; ser consecuente en su programa de inversiones con esas metas; diseñar políticas que permitan integrar a todos los agentes económicos; desarrollar un pensamiento de negocios asociado a la estrategia; mirar a la nación y al mundo desde los territorios como una oportunidad para mejorar y desarrollarse.
Nunca he visto en la Feria Internacional de la Habana la participación de los territorios con una cartera de oportunidades de negocios para la inversión extranjera. No son visibilizados como tal, en su integridad. Generalmente son usados desde los sectores para promover algún negocio en el territorio X, todavía padecemos de este problema. Otro ejemplo, es muy difícil encontrar en los aeropuertos de los territorios publicidad asociada al territorio como destino de negocios, vallas que anuncien los productos que el territorio produce, las oportunidades que el territorio cuanta, sus fortalezas. Sé que estos temas asociados a la publicidad son muy espinosos en Cuba, pero hay que anunciarse.
Hace mucho tiempo ya, desde el PNUD se lanzó la idea de “Pensar global y actuar local” y no tengo nada en contra de ella sin embargo creo que también se debería promover esta otra idea: “Pensar local y actuar nacional y global”, a Cuba le hace mucha falta.
Estas son parte de las reservas “no estrictamente económicas” que pueden potenciarse. En cuanto a los obstáculos hay innumerables, pero no hay que paralizarse por ello. Los primeros están asociados a “ejercer un liderazgo efectivo y eficaz”; los segundos se relacionan con los necesarios cambios en las “instituciones” ( o sea en las reglas de juego) que deben producirse para que los gobiernos territoriales “gobiernen” (la nueva Constitución nos acerca a ello); lo tercero sale de los marcos de acción de los territorios, es la necesidad de cambiar el pensamiento sectorial hacia la economía y enriquecerlo con esa otra dimensión, que es la dimensión territorial de la misma ( y que no se resuelve con la conciliación del plan de la economía con las provincias) los territorios.
En resumen, creo que hoy hemos avanzado en este asunto del desarrollo territorial, pero creo que los retos a futuros son significativos.